En el hogar, es posible

Hola, muy buenos días, volvemos a comenzar, a disfrutar de todas esas cosas básicas, sencillas y poco apreciadas de la vida cotidiana en casa, aunque parezca mentira, en el hogar, es posible. Sí, pues en casa tenemos la oportunidad de ser nosotros mismos, de encontrarnos con nuestra verdad. Nos miramos al espejo y sin que nadie se entere nos vemos, nos quitamos la máscara, descubrimos la fragilidad de ese ser.
Ahí, cuando lo básico y elemental de la vida cotidiana, pasa a ocupar su lugar en nuestra rutina de cada jornada, descubrimos la verdad. Lo importante, lo trascendente de nuestras vidas generalmente pasa de puertas para adentro, en nuestro interior. Desde ese lugar íntimo, en lo más recóndito de nuestro ser, donde tenemos oculto el motor que mueve todo. Desde esa maquinaria que todos tenemos y qué pocos usamos, generamos, hacemos aflorar y compartimos nuestra alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad y amor.
Esos afectos y emociones, unidos a un par de elementos básicos más, son la base fundamental de todo lo que hacemos a lo largo de nuestra vida. Unas cosas nos brindan la energía física y otras la fuerza moral, espiritual, anímica, esa que explica hazañas aparentemente imposibles. Hoy estamos viviendo uno de esos momentos donde a todos se nos exige darlo todo, ser protagonistas de una hazaña sin parangón, sobrevivir a una crisis sanitaria.
Algunas personas por su vocación o su profesión, deben redoblar el esfuerzo y arriesgar algo más que otros, pero ellos solos no pueden. Necesitan de esa fuerza, ese apoyo, ese aporte heroico de todos nosotros. Nunca en nuestra historia fue tan necesario actuar todos juntos y esforzarnos en el mismo sentido para arrastrar el barco hacia buen puerto. Solo nos piden tomar ciertas precauciones higiénicas y quedarnos en casa. Parece mentira, no?, solo con eso y lavarnos las manos, nos convertimos en firmes colaboradores, en héroes anónimos de la emergencia sanitaria. Algo que hoy, en el hogar, es posible.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, con el barco surto en casa, esperando que pase la tempestad. Compartiendo mi pregón cotidiano sin claudicar, con fuerza, con ganas y actitud positiva. A disfrutar el fin de semana en casa!!!!! Sobreviviremos!!!!!
Gracias por estar ahí!!!!!
Gracias por compartir!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!