Salir al camino cada mañana, asumiendo nuestra realidad, es conocer el punto de partida. Es ponerse manos a la obra para crear, disfrutar y compartir el esfuerzo de ser feliz. Es un ejercicio de generosidad, del cual, debemos enorgullecernos. Y sí, tenemos que estar orgullosos de ese aporte al entorno que nos rodea, en el mejor sentido de esa palabra. Simplemente por la satisfacción que produce tener esos gestos amables hacia quienes nos rodean. Dirán algunas personas, "pero de eso, no vivimos", particularmente, pienso que están equivocadas.
Lo menciono, pues esas mismas personas, en general desdeñan todo aquello que les huele a sensiblería. Y no tienen en cuenta que todo tiene su influencia. En mi experiencia, el trato amable y cordial, ser atentos y serviciales. Además de crear un clima proclive a la alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza, genera oportunidades inesperadas. Abre puertas que de otro modo permanecerían cerradas. Todos somos sensibles al buen trato, a la amabilidad y respondemos mejor, despierta nuestra parte emotiva y desde ahí actuamos.
Por eso digo, que de esos afectos y emociones positivas también vivimos y por eso, debemos enorgullecernos. Y digo más, son elementos imprescindibles al momento de obtener otros sustancialmente importantes. Nuestros alimentos, refugio, abrigo, básicos para mantenernos con vida. Las sensaciones y sentimientos positivos, no solo son imprescindibles para sentirnos bien y hacer sentir bien a los demás. También nos ayuda en esa tarea cotidiana de sobrevivir físicamente.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, sobreviviendo y compartiendo las idas y vueltas de mi periplo vital. Dejando caer a los cuatro vientos, éste pregón cotidiano, así, sin releer, va, como todos los días.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!! Les deseo una buena tarde!!!!!
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