Y esos procesos de cambio, son incontenibles. Cada despertar, tenemos la oportunidad de volver al camino, de elegir por dónde seguir. Una elección que a veces, resulta compleja. El entorno, las circunstancias, condicionan. La ola arrasa imparable. Y no se fija si estamos preparados o no. Solo sigue su curso, su propio camino. Pero, en general, a pesar de tener algunas cosas previstas, la fuerza colosal del tsunami, nos arrastra de todos modos. Y nos quedamos por ahí, tirados, maltrechos, desorientados y exhaustos, tratando de explicarnos lo sucedido.
Al final, mas allá de encontrar una respuesta, lo importante, lo de verdad trascendente, es volver a levantarse y seguir adelante. Evidentemente con el tiempo, vamos revisando los datos que recordamos y así nos explicamos algunas cosas. Claramente, nunca podremos volver atrás, lo pasado ya fue y nos dejará su marca. Tampoco podemos tener la completa seguridad, de haber logrado la respuesta adecuada y estar en condiciones de soportar algún otro embate que pueda surgir. Lo que sí podemos hacer es seguir creando alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza.
Esos son elementos, que siempre nos ayudan a levantarnos y sobrellevar los pesares de una dura caída. Y también, son bálsamos que permiten una curación más completa. Los afectos y emociones positivas, hacen que las heridas casi no dejen marca. Y por mas que la ola arrasa imparable, esas sensaciones y sentimientos positivos, nos mantienen a flote, nos permiten seguir respirando. Y así, podremos actuar, ponernos manos a la obra con fuerza, ganas y actitud positiva en la reconstrucción.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo los tropiezos que también me hacen caer, dejándome maltrecho, desorientado y exhausto. De los cuales, de momento las fuerzas me permiten volver a levantarme y seguir adelante, sin prisa, intentando evitar tropiezos.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!! Les deseo una buena tarde!!!!!
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