La alegría y el color de nuestro magnolio, rompe la monotonía de los grises del invierno. Un toque que nos da esperanza y marca un momento especial. Los cambios estacionales tienen su proceso y nosotros también. Somos transformación continua. Aunque algunas cosas permanecen constantes, tenemos ciertos conceptos, costumbres, bloqueos y defectos, que son difíciles de modificar o mejorar. Pero, por difíciles, no significa que sea imposible. Siempre se debe intentar, buscar el modo de superarlos.
A todos nos sucede, supongo que debe tener relación con la resistencia al cambio que todos sufrimos en mayor o menor medida. Así como, también otros miedos de diferente origen, que nos paralizan y nos provocan esas situaciones caóticas. Y si bien, algunos de esos miedos se van superando en ese proceso de transmutación permanente. Otros, se modifican, mutan y se adaptan a la nueva situación. Lo cual, nos lleva a tratar de estar muy atentos a cualquier pequeño cambio. Para reaccionar rápidamente creando alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza, antídotos imprescindibles.
Claro que solo con eso no es suficiente, esos afectos y emociones positivas, nos ayudan de manera superlativa a superar muchas cosas. En algunos casos, no alcanza solo con eso, se requiere la capacidad de ponerse manos a la obra con fuerza ganas y actitud positiva. Es aquí donde algunos fallamos, olvidando que somos transformación continua y que necesitamos adaptarnos constantemente. Para activar esos mecanismos vitales que nos llevan a ser mejores por nosotros y quienes nos rodean.
Y ahí voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo mis aciertos y mis errores, tratando de mejorar, más allá que, de vez en cuando caigo en repetir errores.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!! Les deseo una buena noche!!!!!
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