Sonriéndole a la vida

La naturaleza, es sorprendente. A diario, nos asombra con algo diferente. Y siempre, a pesar de la dureza de la tempestad, deja una pincelada de esperanza. Tenemos que asumir y honrar ese compromiso natural, sonriéndole a la vida. Y dejando de lado, todo lo superfluo e innecesario para nuestro diario vivir. Hay muchas cosas que no necesitamos y eso, se transforma en suntuoso. Nos pasa en nuestra vida cotidiana, en lo más personal e íntimo. Por ende, sucede en todos los estamentos de la sociedad y podemos vincularlo a cada actividad, a cada función pública o privada.

Se trata de algo que solo podemos rendir cuentas a nuestra consciencia, a nuestros conceptos y valores básicos. Esos que cada vez parecen más exóticos y raros a todo nivel, especialmente entre quienes ostentan el poder en los distintos ámbitos. Son cosas difíciles de cambiar, pero tenemos que empezar de alguna forma. Una de ellas es seguir y dar ejemplos, que los tenemos delante nuestro a diario. En general y para los poco observadores, pasan desapercibidos, por los mismos motivos, no están de moda. Para mí, la alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza, son fundamentales.

Y persevero en generar esos afectos y emociones positivas constantemente. Son elementos, que nunca se transformarán en suntuosos, pues compartirlos es su destino. Nadie puede esconder demasiado tiempo sus sensaciones y sentimientos. Por alguna pare surgen, afloran desde lo mas profundo de nuestro ser y son percibidos, especialmente por nuestro entorno cercano. Por eso sigo sonriéndole a la vida, por permitirme asumir y honrar mi compromiso natural de ser feliz y compartirla con quienes me rodean.

Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, dejando caer a los cuatro vientos éste pregón cotidiano. Con la intención de que vuele hasta dónde la naturaleza se lo permita.

A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena tarde!!!!!!

Un abrazo!!!!!