Muy buenos días, así es el amanecer de hoy, límpido, despejado y frío. Y mientras voy yendo, de vuelta a casa luego de un gratificante paseo matutino por el barrio, comienza a asomar el sol. Se va sintiendo poco a poco su fuerza, su energía vital, su calor y la alegría, la ilusión, la buena onda, el optimismo, la felicidad y el amor que genera.
Ya hicimos rendir el arranque de la mañana y ahora, luego del desayuno, toca volver a salir, toca retomar el camino. Hay mucho más por hacer, son todas esas tareas cotidianas, tan necesarias para sostenernos, para poder continuar nuestro camino. Un cúmulo de actividades rutinarias, imprescindibles, que nos exige el diario vivir y que sin ellas sería imposible llegar a buen puerto.
Así, voy cada jornada, perseverando en mis rutinas, buscando nuevos ángulos, nuevas formas de hacerlas. Innovar, buscar alternativas, investigar otras opciones, es parte de nuestra supervivencia, es parte de nuestra historia personal y colectiva. Desde nuestros orígenes, en nuestra genética, tenemos incorporado ese factor de curiosidad, de búsqueda, pues tiene mucho que ver con nuestra supervivencia.
Sigo en mi camino, manteniendo firme el rumbo hacia mi ser feliz. Esa sensación de algarabía, ese cúmulo de emociones positivas, que surge cada vez que logramos una pequeña meta, un pequeño éxito. Y la importancia, de ponernos inmediatamente manos a la obra, de volver a plantearnos otra nueva meta, pues el éxito logrado es algo que ya fue. Está bien celebrarlo y disfrutarlo, aunque, el presente nos exige seguir andando, nos exige nuevas metas, nuevos desafíos, un nuevo norte feliz.
Gracias por estar ahí!!!!!
Gracias por compartir!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!!
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