Muy buenos días, así despertamos, así se va abriendo la mañana del Lunes, así arrancamos nuestra principal actividad diaria. La de levantarnos con una sonrisa, la de generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad y amor, desde el mismo momento en que abrimos los ojos al nuevo amanecer.
Y así vamos yendo, disfrutando de todo lo que nos encontramos en el trayecto. Caminaremos por nuestra senda, con esa mochila que todos llevamos, esos recuerdos recurrentes desagradables, que surgen espontáneamente. Son esos lastres, que algunas veces surgen en nuestros sueños y que siguen ahí al despertar, inmóviles, hirientes, difíciles de sacudir.
Pues hoy fue un despertar de esos para mí y cada vez que me sucede, pienso en el mensaje, en le que puedo aprender de todo ello. Pienso, que esas cosas sucedieron y de algún modo significan instantes importantes de nuestras vidas, momentos en los que, de alguna forma hicimos un cambio. Fue casi seguro, un punto de inflexión en nuestro camino hacia la felicidad.
De todos modos, cuando resurgen, asumimos que no hemos superado el suceso, aunque por otra parte, puede ser un aviso. Un indicador de que estamos olvidando algo, que en una de esas nos estamos apartando de nuestro sendero. Tal vez nuestro subconsciente, de alguna manera, reconduce nuestra vida, para no cometer viejos errores, a los que nosotros, los seres humanos somos propensos.
Por tanto, esa mochila que a veces parece tan pesada, debemos llevarla encima, es una forma de mantenernos alerta, de recordar que estamos inmersos en un aprendizaje continuo. Y solamente cuando aprendemos de verdad la lección, podremos descargar aquella mochila, para volverla a cargar con otros temas. Nunca se descarga del todo, siempre tenemos cosas que están revoloteando por ahí.
Gracias por estar ahí!!!!!!
Gracias por compartir!!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!!!
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