Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

jueves, 18 de junio de 2020

El camino cotidiano



Hola, muy buenos días, un crisol purificador, reforzador de conceptos como la amistad, la igualdad y el respeto al otro independientemente de su condición, hilo conductor de la vida, el camino cotidiano. Esa senda por la que transitamos cada jornada, la que pensamos conocer palmo a palmo y que sin embargo, de vez en cuando nos sorprende con algo inesperado. Ese trayecto por dónde vamos y venimos con otras personas, casi sin prestarles atención, cada quien en sus asuntos, intercambiando algún saludo de vez en cuando. 
En esa vía, transcurre nuestra vida, mezclada con alguna otra actividad extra, algún desvío puntual que nos devuelve a la senda habitual casi inmediatamente. Es imposible perderse, u olvidarse de los pasos dados cada día. Por eso, siempre estamos en situación de corregir alguna acción que se aparte de la urbanidad y buenas costumbres. Pedir disculpas nosotros, quienes erramos u ofendimos de verdad, para no dejar nada pendiente, ni permitir generalizar algo que no fue así. Por ello, no necesito pedir disculpas personalmente por ofensas u otras acciones negativas que no cometí. Por eso me esfuerzo en generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza.
Una tarea cotidiana, que hago mientras ando por mi camino, mientras saludo a quienes me encuentro en el trayecto con amabilidad y una sonrisa. Prestando atención, ayudando a quien lo requiera en algún apuro. Y siempre, manteniendo la fuerza, las ganas y la actitud positiva, así tengo la impresión de ser un buen ejemplo. Siguiendo las enseñanzas de mis mayores, hacer el bien sin mirar a quién y en caso de cometer algún error ( algo que a todos nos pasa ), repararlo en el momento y pedir disculpas. Resulta más simple y deja las cosas bien claras, admitimos nuestra falta y la compensamos cuando corresponde. Después también es posible, pero siempre que quien lo haga sea quién cometió la ofensa. 
Así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo éste pregón cotidiano sin más, como va surgiendo. Disfrutando de las emociones que voy juntando a lo largo del camino cotidiano y dejando aquello que no necesito, para que alguien más lo pueda aprovechar. A disfrutar el día!!!!! A cuidarse mucho!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario