Hola, muy buenos días, despierto y me encuentro que todo en su lugar, que todo fluye al igual que siempre, que la vida parece un remanso plano casi sin escollos. Sin embargo hasta en esos remansos, hay mucha actividad, suceden cambios permanentes y todo eso que parece igual, en su interior se está transformando constantemente. Es la transmutación interminable, esa transformación imperturbable, de unas cosas en otras.
En cada uno de nosotros, se va dando ese proceso, en el que yo intento influir cada jornada, para generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad y amor. Para mi, los elementos esenciales de la vida, combustible espiritual que nos mueve en el rumbo correcto. Son apenas unas pocas gotas de esos extractos vitales, que nos hacen funcionar correctamente durante cada singladura.
Durante el trayecto diario, a todos nos suceden cosas de diferente índole, a cada instante se abre un espectro increíblemente amplio de sucesos que nos conmueven. Desde situaciones dolorosas, que nos sumen en la impotencia o el miedo, hasta otras que nos alegran el día y compensan la balanza. Pero además de eso, contamos con una maquinaria biológica única, capaz de aquellas transmutaciones que nos generan bienestar y algarabía más allá de los infortunios ocasionales.
Esa maquinaria, es algo que debemos aprender a manejar, a activar cada día al levantarnos, es el motor de todo lo que hacemos y su resultado depende de que botones activemos. Yo siempre sugiero activar la palanca de la felicidad y el amor, bien escasos y poco cultivados en general.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, pregonando a los cuatro vientos lo que se me va ocurriendo a lo largo del trayecto. Vamos con todo a disfrutar el día!!!!!!
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