Mercadillo del domingo

Hoy, mas temprano que de costumbre, salí hasta Noia a comprar uno churros para el desayuno, aprovechando que aún se estaban armando los puestos del mercadillo del domingo; y que todavía no había mucha gente en la vuelta, hice alguna otra compra. Después, al llegar a casa, dimos  buena cuenta de los churros y un buen café, complementado con alguna otra cosa. Disfrutamos la fresca de la mañana, regamos las plantas y generamos alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad y amor.
Fue una de esas noches de poco dormir, en las que uno queda pensando, aguardando novedades familiares desde la otra orilla del mar y orando. Afortunadamente todo salió bien y se abre la puerta de la esperanza, de la recuperación, de una nueva oportunidad para seguir adelante. Son esas situaciones que nos hacen ver las cosas desde un nuevo punto de vista, que nos hacen recapacitar sobre las cosas verdaderamente importantes de la vida.
Nos pasa a todos cuando nos enfrentamos a situaciones donde encontramos los límites y durante algún tiempo lo tenemos presente. Luego por las razones que sean, terminamos en el mismo círculo vicioso, en la misma rutina anterior. Olvidamos que el trayecto vital se compone de cosas simples, de momentos especiales junto a nuestros afectos. Instantes compartidos con la familia y los amigos, nada es más importante, nada merece ese sacrificio.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, dando mi mejor esfuerzo, poniendo todas las ganas y la actitud positiva imprescindible para no olvidar ese objetivo. A disfrutar el día, queda mucho fin de semana por delante!!!!!
Gracias por estar ahí!!!!!
Gracias por compartir!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!