Hola, muy buenos días, caminando por Noia en ésta hermosa mañana voy recordando historias, propias de hace ya muchos años y otras contadas por mis padres de su época juvenil. Y cuantas más habrá a lo largo y ancho de esta tierra milenaria. Mientras cumplo con mis actividades cotidianas, en ese deambular lento, firme y productivo en alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad y amor. Traigo a mi memoria una cantidad de cosas, que me motivan a escribir, algo que hice antes de ponerme en éste post. En apenas unos minutos, escribí una anécdota de un amigo de mi viejo. Otro gallego que desde la diáspora hizo su américa, trabajando como foguista en el frigorífico Artigas de Montevideo. Allí, mismo a orillas del arroyo Pantanoso, se puede ver aún ese enorme edificio, que una vez albergó una empresa pujante con varios cientos de trabajadores.
Entre ellos una gran cantidad de personas conocidas, que también vienen a mi memoria y que algunas de ellas aún siguen viviendo por el Cerro. El barrio en el que nací, en la calle Vizcaya casi China, en la casa de mi madrina, de donde tengo también tantos recuerdos. Son esas cosas que llevamos grabadas a fuego y que recurrentemente vuelven a nuestra mente por sucesos imperceptibles del diario vivir.
Muchos de esos recuerdos, los comparto aquí y desde hace un tiempo, estoy intentando escribir todas esas anécdotas, para que no se olviden, para que queden como parte de mi historia personal. Me parece algo importante que cada uno de nosotros realice ese ejercicio de escribir sus memorias, sus recuerdos, sus anécdotas. Es algo que me resulta muy valioso, para nosotros mismos y también para nuestras familias, especialmente para las nuevas generaciones.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, disfrutando lo que me encuentro en el trayecto!!!!
Gracias por estar ahí!!!!!
Gracias por compartir!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario