Hola, muy buenos días, ahí vamos, desafiando el mal tiempo, costumbre típica de estas tierras gallegas, nada impide la algarabía en día de mercadillo. Es una zona donde tenemos muchas jornadas grises, lluviosas, borrascosas y a pesar de todo eso, resulta posible generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad y amor. Y todo eso sale de nosotros, desde lo más profundo de nuestro ser, gracias al esfuerzo cotidiano y además gracias al hecho de compartirlo con quienes nos rodean.
Ese acto de compartir, en esas interacciones constantes durante nuestras actividades y gestiones cotidianas, es a su vez generador de sensaciones y sentimientos positivos colectivos. De esos afectos y emociones que afloran de cada uno de nosotros, que se potencian cuando nuestro entorno entra en ese modo positivo, salen las mejores cosas de la sociedad.
Compartir las sensaciones, las emociones auténticamente nuestras con los demás, es algo tan bueno, tan positivo, que nos conduce a esos acuerdos tan necesarios para la felicidad futura de los pueblos. Y desde ese acuerdo, se pueden trazar los caminos, los mecanismos y aplicar los esfuerzos necesarios que allanen esa enorme tarea conjunta. Es la forma, es el mejor ejemplo que podemos dar a quienes nos sucederán, acordar y compartir el esfuerzo cotidiano por ser feliz.
Y ahí voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo mi pregón cotidiano con quienes me rodean, mostrando que también en un día gris, es posible extraer ese brillo, esa luz que nos ilumine el camino. No es nada fácil, algunas veces nos puede ganar la frustración, por eso se requiere toda nuestra fuerza, todas nuestras ganas y una actitud positiva a toda prueba. A disfrutar el día, a brillar con alegría!!!!
Gracias por estar ahí!!!!
Gracias por compartir!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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