Insignificante partícula arrogante

Hola, muy buenos días, vivimos mirándonos el ombligo, creyéndonos el centro del universo y solo somos una pequeñísima e insignificante partícula arrogante. Por eso insisto con mi pregón cotidiano, para mostrar que solo somos el centro de nuestro propio universo. Debemos mirar en nuestro interior, captar, aprender y expresar esa fuerza motriz que llevamos dentro. Eso se hace con voluntad, ganas, esfuerzo, y actitud positiva puesta al servicio de nuestros afectos y emociones positivas.
Seguiremos igualmente siendo insignificantes dentro del gran universo, aunque sí somos capaces de generar, expresar y compartir esas sensaciones y sentimientos, será posible un avance cualitativo positivo. Alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad y amor, son esos elementos que debemos aprender a hacer aflorar, es lo mejor, lo más constructivo y auténticamente nuestro que podemos compartir.
Cuando lo logremos, habremos dado ese salto de calidad personal y social, habremos hecho realidad algo tan importante como expresar libremente nuestras emociones positivas, como seres humanos dignos, honestos y responsables.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo desde mi insignificancia todas aquellas experiencias que van surgiendo a lo largo del trayecto. Siendo amable, cordial y amoroso en mis contactos cotidianos con mi entorno cercano. Desde ahí se produce la multiplicación y la promoción del ejemplo. A disfrutar el día, queda mucho por andar!!!!
Gracias por estar ahí!!!!
Gracias por compartir!!!!
Les mando un abrazo!!!!