Desnudando la fragilidad humana

Muy buenos días, de a poco, los días se van sumando en semanas y ahí estamos, firmes, sobreviviendo a los embates arteros de las plagas que nos azotan de vez en cuando, desnudando la fragilidad humana. Y no solo, por la propia pandemia, también por sus consecuencias, en especial lo que implica el proceso de cuarentena. Debemos reconocer que en muchos casos se convierte en un desencadenante depresivo, algo que a cualquiera le puede suceder, estar atentos y activos ayuda a mitigar el encierro.
Es unos de los aspectos de esa fragilidad, que aflora cuando nos aprieta la vida, cuando nos ponemos en situaciones extremas y no tenemos un salvavidas al que aferrarnos. Sin embargo, siempre tenemos recursos, quienes por fortuna aún no hemos caído en esos pozos, todavía podemos rescatar y poner a funcionar nuestro motor interior. Ese que todos tenemos guardado y con el que somos capaces de generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad y amor. Para mí, elementos básicos con los que se puede evitar y eventualmente salir de cualquier pozo depresivo.
En mi caso, puedo dar testimonio, mantener el esfuerzo de hacer aflorar todas esas emociones positivas cada jornada, poniéndole ganas y actitud positiva, de algún modo me ayudó a estar aquí. Hace casi cuatro años, por estas fechas estaba preparándome para una neurocirugía que luego por algunas complicaciones me mantuvo ingresado algo más de un mes. A pesar de esas dificultades, mantuve mi actitud, haciendo aflorar cada día algarabía, agradecimiento y esperanza.
Así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, que es ese objetivo constante donde se conjugan todos esos sentimientos y sensaciones positivas. Toda esa mezcla, para algunas personas tal vez incomprensible, es la que comparto cada jornada en éste pregón cotidiano. A disfrutar el día!!!!! En casa aportamos mas!!!! Sobreviviremos!!!!! Feliz Semana Santa!!!!
Un fuerte abrazo!!!!!