Erguidos ante la tormenta

Muy buenos días, y a pesar de todos los contratiempos, seguimos aquí, gracias a dios y al esfuerzo cotidiano por permanecer erguidos ante la tormenta. Cada persona, pasa a lo largo de la jornada, por una serie de estados distintos. Desde estar próximos a claudicar, hasta la euforia de sentir esa libertad de salir y andar por dónde se nos ocurra. Y esa secuencia anímica que también tiene consecuencias físicas, las sobrellevamos cada día, forma parte de esa agotadora sobrecarga personal.
Por ser ineludible, nadie está libre de pasar por alguno de esos estadios a lo largo de nuestro transito cotidiano, tenemos que de algún modo mantener activado el sistema interno para contrarrestar y superar esa situación. De ahí la importancia de aprender a encender nuestro generador interno de alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza. Son elementos básicos, creados por nosotros mismos y responsables de todo lo bueno, de todo lo positivo que nos sucede a lo largo del trayecto cotidiano.
Son sentimientos y emociones positivas, que se traducen en moléculas, átomos y electrones en movimiento a lo largo y ancho de nuestro cuerpo, de nuestra mente y nuestro espíritu. Sí, todo eso está integrado y es energía organizada de distintas formas, a la que cada persona en su singularidad le otorga el carácter, le aporta un orden determinado. Ahí está la importancia que tenemos a la hora de hacer que esa energía, que ese cúmulo de partículas elementales cobre vida y genere un aporte positivo al conjunto energético universal.
Así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo mi aporte cotidiano a ese universo del que formamos parte. Un pregón, por el cual transmito y comparto esa energía positiva cada día. Una acción que además me devuelve más energía positiva, haciéndome sentir más fuerte, más optimista y esperanzado. A disfrutar el día!!!! A disfrutar el fin de semana!!!! En casa aportamos mas!!!! Ojo con la segunda ola!!!!
Les mando un abrazo!!!!!!