Pregones, aromas y regateos

Muy buenos días, volviendo al mercadillo, recuperando actividades cotidianas al aire libre, aún falta reanudar algunas, el tacto de las cosas, así como los fundamentales pregones, aromas y regateos. Son la esencia, el condimento básico de ese vínculo personal que culmina en una transacción comercial. Es el mercadillo, un crisol donde aflora ese conjunto heterogéneo de cualidades y virtudes que sintetizan nuestra alma.
Y en ese proceso de transmutación tan intenso, surgen aspectos escondidos y poco valorados de nuestro espíritu. Descubrimos que también somos capaces de encontrar diferentes modos de generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza. Hay lugares, momento, eventos, que nos resultan particularmente estimulantes, en los que podemos lograr la máxima expresión de nuestras cualidades y talentos ocultos.
En nuestro trayecto vital es lo que hacemos, a medida que avanzamos por el sendero, en función a los obstáculos y accidentes que enfrentamos, descubrimos todo eso. Nos encontramos, somos los de verdad, esos que no necesitan de ninguna mascara, ningún espejo para poderse ver. Las cosas importantes, lo esencial de cada persona justamente no se ve, se siente, lo podemos percibir en sus afectos y emociones positivas.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo por éste pregón cotidiano la esencia de mi vida. Crear, disfrutar, compartir algarabía, amor y esperanza. A disfrutar el día!!!!!
Les mando un fuerte abrazo!!!!