Muy buenas tardes, transitando por esos remansos, donde parece detenerse el tiempo, sentimos esa energía verde, natural, positiva, esa energía telúrica que recarga nuestras baterías, ahí, conectamos de verdad. En ese lugar, donde se juntan la tierra, el agua, el aire y el fuego, ahí, donde captamos su fuerza, donde al abrir nuestra mente logramos esa transformación personal que nos pone en el camino nuevamente.
A partir de esa transmutación personal, donde todos esos elementos naturales realizan su tarea fundamental, suministrar la energía necesaria para reactivarnos. Desde ese preciso instante en el que quedamos en condiciones de volver al sendero, será el reinicio de todos nuestros sistemas interiores. Y podremos retomar esa irrenunciable tarea cotidiana, la de encender nuestro generador interior de alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza.
Ahí, conectamos de verdad todos nuestros sentidos, somos capaces de expresar nuevamente todo nuestro caudal afectivo y emocional. Es un instante mágico, cuando hacemos aflorar todas esas emociones positivas, cuando las compartimos con quienes nos rodean y dejamos que fluyan. En ese momento, se produce un fluir manso e incontenible de armonía y bienestar en todas las personas de nuestro entorno cercano.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo todo eso en éste pregón cotidiano. Una comunicación, que sale así, cruda, a medida que se me va ocurriendo la voy soltando a los cuatro vientos.
A disfrutar el día!!!! A seguir cuidándose!!!! A fluir en armonía!!!!!
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