Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

martes, 22 de septiembre de 2020

Es la dimensión terrenal


 Muy buenas tardes, esa esperanza, que nos abre la puerta a un nuevo despertar, a continuar por nuestro camino, cuidando y disfrutando de las pequeñas cosas que tenemos a nuestro alcance, es la dimensión terrenal. La vida misma, que nos lleva a cada uno por su senda y donde todos de una forma u otra, dejamos huella, al igual que ese bote navegando frente a Noia río arriba. Va dejando su estela ondulada, que se propaga mansamente hasta las orillas frondosas.

Y en ésta que es la dimensión terrenal, es dónde llevamos adelante nuestras actividades cotidianas, no existe otra a los efectos concretos de nuestro diario vivir. Por más que desde tiempos inmemoriales, tenemos conciencia de una dimensión estelar y la dimensión atómica. Luego, con el avance científico, hemos podido comprobar que a su vez después de esas dimensiones, aún hay otras más grandes y más pequeñas. Somos muchos universos unos dentro de otros, como esas matrioshkas y cada uno de ellos significa una dimensión diferente. En la nuestra, donde desarrollamos nuestra particular forma de vida, la alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza, son elementos básicos.

A partir de esos elementos, producto de nuestro motor interior, creamos las bases en las que fundamentamos nuestra dimensión terrenal. Pero de esos sentimientos y emociones positivas, que hacemos aflorar de lo más profundo de nuestro ser, también creamos otras dimensiones. Donde solo existe lo espiritual, en perfecta armonía con las vibraciones del alma. Otra, dónde guardamos los recuerdos, las experiencias vitales con las que forjamos el aprendizaje necesario para seguir adelante. En fin, seguramente, si dejo que mi imaginación siga podría enumerar alguna más. Todas etéreas, difíciles de mostrar físicamente, no las podemos tocar ni ver, pero sentimos su esencia, sus vibrantes ondas positivas.

Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, río arriba, mar adentro, o lo que toque cada jornada. Sin miedos, con fuerza, ganas y actitud positiva a desarrollar y compartir mí pregón cotidiano que es la dimensión terrenal.

A disfrutar el día!!!! A seguir cuidándose!!!!

Les mando un abrazo!!!!!

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