Muy buenas tardes, caminando bajo la casi imperceptible llovizna, voy cavilando en cada brindis, en cada recuerdo agradable mientras dejo que esas gotitas me refresquen el alma y desatar el espíritu rebelde. Ese que nos pone en alerta cuando nos encontramos frente a cualquier injusticia. Ese que nos permite actuar cuando es necesario, para impedir actos reñidos con los principios básicos que nos han enseñado nuestros mayores. Normas éticas y morales que se aprenden de los ejemplos observados a lo largo de la vida. Una rebeldía que nos mueve a ser constructivos, a emprender acciones positivas para lograr los cambios necesarios.
Es un aprendizaje continuo en todas las materias, cada día surgen novedades y tenemos que ponernos al tanto para poder continuar. Pero existen algunas cosas, que no cambian, principios elementales que permanecen inalterados desde tiempos inmemoriales y que se transmiten de generación en generación por el simple método del ejemplo. Por eso es tan importante manejarnos de acuerdo a esos principios éticos y morales que todos conocemos. De nuestro proceder, de nuestro respeto a ellos, tendrán continuidad en las próximas generaciones. Y desde esas bases principistas, es donde obtenemos la fortaleza para generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza para disfrutar y compartir.
En éstos momentos, parece que resulta difícil ejercer esos principios, pero no es así, en todos los ámbitos en los que nos movemos, en todas las materias que tratamos, es posible aplicarlos y desatar el espíritu rebelde. Pero además es imprescindible, es vital estar atentos a su correcta aplicación, de ello dependerá el éxito en todas nuestras actividades. Un premio que no tiene nada que ver con rentas monetarias, algo totalmente alejado de lo metálico, algo totalmente intangible desde lo económico. Se trata de sensaciones, sentimientos, afectos y emociones positivas, algo que solo es posible valorar desde el corazón, desde el alma que nos ilumina.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, haciendo honor a quienes me enseñaron con su ejemplo, a quienes me acompañaron en esos momentos especiales de la vida. Recordando tantos brindis con amigos que ya no están, hoy en especial recuerdo a Carlos que ayer se fue, buen viaje amigo!!!
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! A vivir sin miedos!!!!!
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