Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

domingo, 27 de septiembre de 2020

Gente digna y honrada


 Muy buenas tardes, hace unos días y por razones obvias, hablaba de la gente ruin, hoy toca mencionar a toda esa gente amable, trabajadora y honesta, que desarrolla su actividad en base a valores, solo al alcance de gente digna y honrada. Son personas capaces de confiar, de dar crédito simplemente en base a su percepción, a su intuición, a esos elementos intangibles que surgen desde los afectos y emociones positivas compartidas en un dialogo intrascendente ocasional.

Así como en alguna ocasión, a muchos de nosotros nos ha tocado confiar y dar crédito en ciertas situaciones que lo requerían. Y lo hacíamos de buena fe, pensando que quién asumía el beneficio de esa confianza, la honraría en su justo momento. Sabido es que en general es una regla de estricto cumplimiento para la mayoría de la gente digna y honrada. Lo cual, no significa que ciertas personas, por circunstancias de la vida, se vean obligadas a incumplir sus compromisos, sin llegar a caer en lo que la gente ruin acostumbra. Las personas de bien, llegado el caso, avisan, piden tiempo y confirman su compromiso. 

Y es algo que se agradece, tener la valentía de asumirlo, fuera del disgusto que genera, también crea cierta alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad, amor y esperanza. En especial, se hace factible la idea de lograr un mundo mejor en base a esos valores que se respetan y honran. Nos muestra que creer en las personas y en el buen ejemplo no es algo perimido. Y hoy, nosotros fuimos destinatarios de un acto de confianza que me lleva a destacar lo que estoy diciendo. Cuando fuimos a efectuar el pago del alojamiento en el Hotel Rustico do Cotariño, tuvieron un problema con el lector de tarjetas de crédito. No teníamos efectivo suficiente, ni había un cajero automático cerca, por lo cual, nos dieron todos los datos para efectúales una transferencia en el momento que nos fuera posible. 

La tecnología es muy útil en ocasiones y gracias a las aplicaciones modernas, fue posible hacerles la transferencia en el mismo momento. Todo quedó en una anécdota, pero que tiene mucho significado. Aún queda gente que independientemente de verse obligados por las situaciones, son capaces de dar crédito, de confiar en las personas sin saber nada de ellas.

Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo lo que va surgiendo a lo largo del trayecto. Dejando que mi pregón cotidiano vuele a los cuatro vientos.

A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!!

Les mando un abrazo!!!!!!


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