Desde que arrancamos la jornada, manejamos una larga lista de actividades. Nos enloquecemos para ejecutar toda esa lista de tareas. Y entre ellas, casi nunca encontramos una muy importante y determinante. La de crear armonía y cordialidad. Aunque parezca mentira, aunque nos cueste comprender su carácter fundamental. Generar ese clima, ese ambiente de buena onda y camaradería, siempre redunda en una mejor gestión de nuestras actividades cotidianas. Sean del tipo que sean, la mejor forma de obtener una respuesta honesta y sincera, es así.
Mucha gente opta por ponerse en modo exigente, en plan contundente y agresivo. Ese tipo de actitud, casi siempre choca contra una pared. Todos somos especialmente sensibles al trato amable y cordial. Y cuando nos vienen en actitud desafiante, no reaccionamos muy bien. En general, hacemos todo lo posible por no ser colaboradores. Lo cual hace que las situaciones se tornen complejas y difíciles de solventar. De todos modos, debemos intentar igualmente, llevar las cosas por el buen camino. Y no significa claudicar, sino ser mejores, buscando constantemente el modo de llevar la vida por el sendero de la alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza.
Mostrarnos en igualdad de condiciones, identificarnos como seres afectivos y emocionalmente positivos, da mucho mejor resultado que ir de seres superiores. Al menos en mi caso, he podido constatar las bondades de crear armonía y cordialidad, es mi forma de llevar las cosas. Ser humildes, considerados y agradecidos, siempre resulta más efectivo, aunque muchos no lo comprendan.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo mis experiencias personales, mis métodos y sus resultados. Por eso aquí les dejo el pregón de hoy.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena noche!!!!!
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