Por eso, otra de las tareas cotidianas que tenemos, es mantener bajo control la higiene mental. Debemos estar constantemente atentos a la intencionalidad de esas nuevas, que caen sobre nosotros como una lluvia torrencial. De todas partes nos llega ese torbellino de información falaz. Y mi forma de encarar esa higiene mental, es dejando que las cosas se vayan precipitando naturalmente. Al ir decantando, llega un momento en que podemos quitar el sobrenadante y apartar el residuo denso. Lo que logro, generando alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza en todo momento.
Claramente, es algo difícil, requiere mucho esfuerzo, ganas y actitud positiva para ponerse manos a la obra en esa dura tarea. Que también implica saber, cuales son los comandos adecuados, esos que activan y hacen aflorar los afectos y emociones positivas. Lo que fundamenta y anima a encarar ese desafío cotidiano. Dar un paso que cambia todo. Dejar de lado la materia densa, la que contiene los contaminantes perjudiciales. Las malezas que medran en el terreno fértil, preparado para crear un clima propicio para desarrollarnos en armonía.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo lo que encuentro a lo largo del camino. Dejando fluir las sensaciones y sentimientos positivos que suelto a los cuatro vientos en éste pregón cotidiano.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena noche!!!!!
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