Nuestro hábitat natural, es un sendero plagado de tormentosas situaciones. Un constante conflicto, un permanente proceso de transformación personal. Es la suma de pequeñas e intimas revoluciones, es diálogo, lucha y balance interior. Se manifiesta de innumerables formas. Desde cambios bruscos de humor, ocurrencias espontáneas, hasta cuando tarareamos una canción sin explicación aparente. En fin, somos seres singulares y eso, hace que existan tantos modos de manifestar eso momentos especiales de nuestra vida.
Que no son aislados, es algo de todos los días. Unos, para su proceso interior, otros para dejar salir ese magma incandescente y transformador. Así, se va conformando nuestro periplo cotidiano. Un trayecto en el cual, todos experimentamos esas transmutaciones, esos procesos renovadores. Nadie está exento de ello, en menor o mayor medida, somos diálogo, lucha y balance interior. Cada ser lo asume y canaliza a su modo, en función de las diferentes situaciones y experiencias vitales. Aprender a transformar todo eso en alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza, es la gran tarea personal.
De esa fuerza de cambio, de esas formas de aflorar las emociones, surgen la creatividad, la motivación y todas esas sensaciones y sentimientos positivos. Desde los cuales nos movemos y seguimos adelante. Son los que nos ponen manos a la obra, con ganas y actitud positiva. Los que nos sostienen y ayudan a superar las adversidades, obstáculos y conflictos que la vida nos va poniendo a lo largo del camino.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo lo que el diálogo, la lucha y mi balance interior me dejan escribir y pregonar a los cuatro vientos.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena tarde!!!!!
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