El sobresalto del despertar, cuando se desatan la ilusión y las ganas de encarar el nuevo día. Nos abre un amplio abanico de opciones, en una amorosa y cálida paleta cromática. Y como somos los artífices de nuestro camino, vamos a darle color a la vida. Es algo que se nota, podemos identificar cada una de nuestras pinceladas. Cada combinación de colores, cada pequeño matiz, caracterizan y destacan nuestro trayecto, dando testimonio claro de nuestro paso por allí. Es nuestro legado, lo que va quedando como ejemplo a medida que avanzamos.
Cada paso, cada situación, cada detalle que captamos, nos obliga a cambiar los trazos, a cargar con mayor fuerza para plasmar ese momento especial. Y al final del día, admirando la obra, podremos captar con claridad la evolución de nuestro estado emocional durante ese tramo del viaje. Seguramente veremos altos y bajos, expresiones de distinto tenor y por momentos un gran despliegue de engría vital. Sentiremos en nuestras propias carnes, los calambres de ese esfuerzo por lograr el objetivo. La creación constante de alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza.
Esa potencia creadora que logramos arrancar de lo más profundo de nuestro ser, se alimenta de esos afectos y emociones positivas. Sensaciones y sentimientos que debemos aprender a activar, a manejar adecuadamente para ponernos manos a la obra con fuerza, ganas y actitud positiva, a darle color a la vida. Así, encendemos todos lo comandos necesarios para nuestra plenitud como personas, como dignos, orgullosos y honestos seres humanos.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo mis esfuerzos, mis conclusiones y todos esos afectos y emociones positivas con quienes me rodean. Ahí va éste pregón cotidiano, dirigido a quien le pueda interesar.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena noche!!!!
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