Ciertamente que a todos nos afecta, a unas personas más, a otras menos, pero de una forma u otra a todo el mundo le conmueve una cuarentena. Desde los miedos que genera, la desinformación que agrega ansiedad y depresión. Todo se va sumando y deteriora la confianza en nosotros mismos y en quienes gobiernan el mundo. Se pierden referencias, nos descolgamos de la realidad que implica la vida cotidiana y caemos en un pozo de ignorancia generalizada. A partir de ese desconcierto, perdemos la capacidad de elegir libremente y abrimos necesariamente la puerta a lo impuesto. Por ello, insisto en no perder la alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza.
Sí, a pesar de la avalancha de problemas, desventuras, calamidades y desgobierno, debemos esforzarnos por mantenernos generando afectos y emociones positivas por sobre todas las cosas. Son el sostén de la vida, lo que nos protegerá del aislamiento y carencias en general. Son esas sensaciones y sentimientos fáciles de compartir, sin contraindicaciones ni efectos secundarios negativos. Por el contrario, son elementos que activan y fortalecen nuestro sistema inmunitario, el gran olvidado a lo largo del último año.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo mi forma de estimular la creación de emociones positivas, que mejoran nuestra vida y nuestra respuesta inmune.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena noche!!!!!
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