Escribir, cantar, actuar, pintar, en definitiva cualquier tipo de expresión, tiene sentido. Es una manifestación personal, que muestra la visión y el sentimiento generado por el mundo que nos rodea. La visión cobra sentido con la misión. Algo válido para toda expresión humana, cualquier cosa que decidamos emprender, tiene en su génesis, esa visión, esa idea que nos enciende. De ese sentir, surge la misión a cumplir, las acciones concretas a desarrollar para lograr plasmar ideas en algo tangible.
Al ponernos manos a la obra, con fuerza, ganas y actitud positiva en el emprendimiento que sea, ya estaremos logrando algo importante. Salir con la convicción y el entusiasmo necesarios para encarar el logro de los objetivos trazados. En esas condiciones, nada ni nadie será capaz de detenernos, así, estaremos preparados para superar cualquier obstáculo. Más allá, de que es imposible tener todos los flancos cubiertos, muchas cosas escapan a nuestro control. De todas formas, está en nuestras manos crear alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza suficientes, para generar un ambiente propicio.
Desde esos afectos y emociones positivas, que nos ayudan a crear el clima adecuado para superar los obstáculos. Y así damos paso y observamos cómo la visión cobra sentido con la misión. Una sucesión de actividades y rutinas necesarias para el buen cumplimiento de nuestras metas. Así, se lleva adelante cualquier empresa en cualquier área de actividad. Artística, comercial, tecnológica, o esos desafíos que nos planteamos desde tiempos inmemoriales, la búsqueda incesante de respuestas. Especialmente de dónde venimos y hacia donde vamos.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo mis reflexiones y experiencias en todas las materias que se me van ocurriendo a lo largo del trayecto. De lo que dejo constancia en cada pregón cotidiano.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena noche!!!!!
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