Arrancamos la mañana con una gran nevada, viajamos en tren a Berna donde seguimos bajo lluvia todo el tiempo, con el piso lleno de hielo, nieve y mucha agua que terminaron calándome los pies. Pasé toda la jornada con los dedos de los pies mojados y fríos. Igualmente disfrutamos a tope, nada que un buen café, una buena ración de sopa bien caliente y algunos locales con buena calefacción no pudieran combatir. Para mayor cobertura, la alegría, la ilusión, la buena onda, el optimismo, la felicidad y el ambiente festivo que reinaba en la ciudad coronaban todo.
No podemos pedir más, aprovechamos el día a tope, al igual que todos los que permanecimos recorriendo este hermoso país, mañana volveremos al camino, ya para retornar a casa si Dios quiere, de momento a terminar de armar maletas y luego a dormir, que descansen y tengan una buena noche.
Les mando un abrazo!!!!
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