Otra jornada intensa, desde que salimos al camino por la mañana hasta ahora que llegamos nuevamente al alojamiento, no hemos parado, primero viaje en tren hacia Basilea, allí paseamos durante una cuantas horas. Recorrimos las calles de la zona antigua, los hermosos mercadillos de navidad, disfrutando de la alegría, la ilusión, la buena onda, el optimismo y la felicidad que genera todo ese ambiente, degustando algunas exquisiteces típicas y el infaltable vino especiado caliente.
Aprovechamos el día al máximo, no dejamos nada por el camino, también es verdad que regresamos exhaustos, aunque muy tranquilos y satisfechos por todo lo vivido. Ahora, cenaremos algo ligero y seguramente pronto nos iremos a acostar, mañana nos espera otra jornada intensa si Dios quiere, que descansen y tengan una buena noche.
Les mando un abrazo!!!!!
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