Ahí voy, muy temprano, haciendo mi caminata mañanera por el barrio, disfrutando el amanecer, sintiendo el aire fresco en la cara. Pequeños detalles, que dan sentido a la vida, elementos fundamentales para estar en condiciones de seguir el camino. Un modo de generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad y amor, que arranca con la sonrisa al despertar. Simplemente por eso, por despertar a una nueva oportunidad.
Y con todo ese cúmulo de sensaciones, de sentimientos a flor de piel, regreso a casa para preparar el desayuno. Algunas veces, mi esposa me sorprende y ya tiene todo pronto para compartir ese primer alimento del día. Algo más para dar gracias, tener algo para compartir en familia, para alimentar el cuerpo y también el alma.
Ahora mismo, nos encaminamos a encarar nuestras actividades cotidianas, ella en su oficina, yo en mis tareas domésticas. Muchas de esas tareas me llevan a dar un buen paseo por Noia, hoy especialmente es jornada de mercadillo callejero. Esas ferias, donde el despliegue de color, de algarabía; que sumada al movimiento de gente, al pregón de quienes ofertan sus productos y a los alborotos del regateo, crean ese clima perfecto para un buen paseo por el pueblo.
Y por ahí voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz. Ese objetivo constante, que renuevo en cada pequeño y efímero éxito, sin dormirme en los laureles.
Gracias por estar ahí!!!!!
Gracias por compartir!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!!
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