Hola, que hermosa mañana, sí, a pesar de ese aspecto, a pesar del frío, la lluvia y la tormenta eléctrica casi constante. Más allá de todo eso, está el hecho concreto de que estoy despierto, que lo hice como cada día, con una sonrisa en los labios. Con la alegría, la ilusión, la buena onda, el optimismo, la felicidad y el amor en ebullición, disfrutando de cada instante.
Además, cobijado y abrigado bajo un techo, con algo en la mesa para desayunar y compartir con mi esposa. En verdad, despertar así cada día, es algo para disfrutar, para sentirse pleno y lleno de algarabía. Es algo para dar gracias a Dios.
En general, tenemos más de lo que necesitamos, usufructuamos un mundo que nos brinda todo lo básico para vivir cómodamente todos quienes aquí estamos. Sin embargo, algunos nos empeñamos en acaparar más cosas de las necesarias, cargamos nuestra mochila con elementos inútiles, que solo nos pesan y nos consumen energía.
Y por ahí voy yendo, intentando llevar mi mochila con lo básico, con esos pequeños detalles que me voy encontrando en el trayecto. Esos, que me hacen vibrar en lo más profundo de mi ser y que a su vez me hacen sentir, me hacen aflorar todo mi caudal afectivo y emocional. Por otra parte, además de disfrutar de todos esos sentimientos y emociones, los comparto con quienes me rodean, sin restricciones, sin guardarme nada.
Así, sigo por mi camino, con el rumbo fijo hacia ese ser feliz recurrente y fugaz.
Gracias por estar ahí!!!!!
Gracias por compartir!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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