Muy buenos días, salí a dar un paseo muy temprano y al mismo tiempo, realicé una tarea a pedido de mi esposa. Y a poco de salir, comenzó una pertinaz llovizna que me obligó a ir buscando resguardo a lo largo del trayecto. De todos modos, fui disfrutando la caminata, la llovizna y toda la belleza que nos rodea. Al mismo tiempo, con todo ese paisaje maravilloso, iba generando alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad y amor.
Puede parecer algo pueril, y no lo voy a negar, de hecho, creo que debemos rescatar a ese niño que todos llevamos dentro. Ese niño, que mantenemos en cautiverio, controlado en todo momento a partir de nuestra adolescencia, es fundamental en mi forma de encarar la vida. Mi método, mi modo de ver el mundo, es haciendo que todo lo que veo, que todo lo que siento, pase por ese filtro pueril. Hago que mi niño interior sea protagonista, que se exprese tal cual es.
Y así voy yendo, haciendo mi camino, manteniendo el rumbo fijo hacia ese ser feliz. Así, como un niño, dejando que la sorpresa sea constante. Dejando volar mi imaginación, haciendo que la fantasía, de algún modo se convierta en realidad. Esa fantasía, esa inocencia, esa honestidad que vamos perdiendo a lo largo de nuestra vida adulta, es lo que reivindico, lo que propongo, lo que hago aflorar y muestro cada día.
Gracias por estar ahí!!!!!
Gracias por compartir!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario