Muy buenos días, despertamos nuevamente con el cielo encapotado, de momento apenas una leve llovizna. Por lo cual, fue posible un pequeño paseo matutino por el barrio, para estirar las piernas y ventilarnos.
Es un ejercicio que nos saca el anquilosamiento, abriéndonos los pulmones, la mente y el alma. Un buen complemento a esa sonrisa, que me genera el despertar y la nueva oportunidad de salir al camino, para hacer todo con alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad y amor.
Si, son esas cosas simples, que durante milenios se han ido acumulando en el saber popular. Son esos conocimientos empíricos, transmitidos de generación en generación. Pequeños fragmentos de experiencia, que no llaman la atención y que apenas comentamos a nuestro entorno cercano.
Entre otros, aquel viejo dicho ("...mens sana in corpore sano..."), que nos retrotrae a Roma y más atrás a la Grecia antigua. Ya en aquella época, se tenía muy presente la importancia de que la mente el cuerpo y el alma estuvieran bien acondicionados. El concepto de ejercitarnos en todos los aspectos de la vida estaba muy arraigado, ya era clara la influencia y el valor del desarrollo personal en todas las facetas.
Y por ahí voy yendo, haciendo mis ejercicios diarios, estimulando todo mi ser para sanarme, para mantenerme, física, mental, espiritual y emocionalmente en condiciones de disfrutar la vida. Así, sigo por mi senda, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz y compartiendo esos conocimientos empíricos, compartiendo todo mi caudal afectivo y emocional con mi entorno cercano.
Gracias por estar ahí!!!!!
Gracias por compartir!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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