Muy buenos días, es una hermosa mañana y así se ve desde nuestro jardín de casa, desde donde podemos apreciar el otro lado del monte San Lois. Ayer, les mostré una foto, desde allí arriba hacia la desembocadura de la ría de Noia-Muros. Disfruto el paisaje tanto desde un lado, como del otro lado, ambos a su manera, me generan alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad y amor.
Cada persona, es un factor transformador de lo que percibimos, le damos nuestra singular interpretación a las cosas que observamos y sentimos. Todo eso que captamos de nuestro entorno, pasa por nuestro personal crisol, por esos diferentes filtros y procesos internos. Las distintas percepciones, nos impactan y producen reacciones de todo tipo, que culminan cuando nos hacen aflorar las emociones provocadas.
Eso, de algún modo significa que cada individuo es especial, somos únicos, más allá de que nuestras reacciones puedan parecer similares. Siempre existe algún matiz diferente, un mayor o menor grado de emoción. Por eso, cada uno de nosotros es en cierto modo el centro del universo. Eso es lo que nos hace iguales y diferentes al mismo tiempo.
Ahí radica nuestra principal riqueza, esa es nuestra especial singularidad, somos un universo en nosotros mismos, que a su vez estamos rodeados por muchos universos similares.
Y por ahí voy yendo, rodeado de esa masa universal, en un conjunto cósmico de infinitos universos posibles, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz. Ese es mi universo, ese es mi objetivo recurrente y vital. A disfrutar el día, a disfrutar el finde!!!!!!
Gracias por estar ahí!!!!!
Gracias por compartir!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!!
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