Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

martes, 11 de agosto de 2020

A sacudirse los miedos

 

Muy buenos días, nadie escapa al decaimiento, la falta de vitalidad, el desasosiego, el desánimo, la soledad o el insomnio ocasional, en fin, arriba los corazones, a sacudirse los miedos. Sí, y a seguir adelante por nuestra senda disfrutando de las cosas simples de la vida. Esas que cuando caemos en esos pozos depresivos, son capaces de hacernos esbozar una sonrisa. Un pájaro, una flor, la caprichosa forma de una nube o las cotas de lluvia que golpean nuestra cara al soplar el viento, son parte de ese cúmulo de elementos que nos podemos encontrar en el trayecto. 

Y por más oscuro y lúgubre que nos pueda parecer ese camino, seguramente esas pequeñas cosas, serán capaces de mostrarnos la luz que hay en todo lo que nos rodea. Eso tan simple y cotidiano, será capaz de poner a funcionar nuevamente nuestro motor interior y nos abrirá las puertas a disfrutar de todo eso. Al mismo tiempo que nos damos cuenta de eso, que constatamos nuestra caída, seremos capaces de asirnos a esas manos tendidas de la familia y los amigos. Ellos, que seguramente nos han acompañado en ese proceso, intentando hacernos despertar, estarán dispuestos a apretar con fuerza para sacarnos del trance. Y con ellos volveremos a generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza.

Volveremos así, a encender nuestro laboratorio bioquímico interno, el que en algún momento se desconectó y dejó de mantener ese balance físico-químico imprescindible. Un mecanismo que nos equilibra y nos permite ponernos manos a la obra con fuerza, ganas y actitud positiva, a crear, a destilar y hacer aflorar todos esos afectos y emociones positivas, que poco tenemos en cuenta. Y sin embargo, son tan importantes y vitales como el aire que respiramos. Por eso mismo, es importante aprender a encender esos mecanismos cuando es necesario, algunas personas no son capaces de hacerlo solas y requieren de ayuda. Otras, luego de un breve período, vuelven solas a la senda cotidiana, después de haber hecho la higiene mental necesaria. 

Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, luchando constantemente contra esos gigantes que nos atenazan, esos miedos que todos tenemos. En parte, éste pregón cotidiano es un modo de exorcizar mis miedos y al mismo tiempo de gritar a los cuatro vientos que estoy luchando, que estoy siempre en guardia por mí y por quienes me rodean. 

A disfrutar el día!!!! A seguir cuidándose!!!! A darlo todo en la batalla cotidiana por la felicidad!!!!

Les mando un abrazo!!!!!

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