Muy buenos días, siempre dejamos algún aporte en el entorno que nos rodea, independientemente de que sea algo positivo o no, todo ayuda aunque parezca mentira, causas y efectos, acción y reacción. Así es, en nuestro trayecto, vamos haciendo diferentes cosas, inspirados en lo que nos vamos encontrando, en los obstáculos, en las personas. Muchas de esas situaciones, de esas expresiones personales, resultan algo que suma, que aporta al conjunto de forma positiva, por otra parte, otras, no son tan útiles, pudiendo en cierto modo ser hasta negativas.
Ese aspecto de negatividad, por una parte surte efectos poco saludables para quienes somos afectados por su influencia. Pero por otro lado, significa un aprendizaje, una advertencia para futuras situaciones parecidas. Nos enciende el sistema de vigilancia, que cada tanto y por efecto de caer en ese circulo vicioso de permanecer demasiado tiempo en nuestra zona de confort, se desconecta ante esa costumbre de vivir demasiado protegidos. A su vez, nos ayuda a ser capaces de encender nuestro motor generador de alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza en cualquier circunstancia.
Y todo ello, en ese marco de causas y efectos, acción y reacción, cada actividad que realizamos a lo largo de nuestra jornada, implica una respuesta. Por ello cobra importancia ser capaces de encarar todo lo que hacemos con fuerza, ganas y actitud positiva. Es vital imprimir a todo nuestro accionar, ese carácter de algarabía, amabilidad y cariño, de ese modo, con ese cuidado, seremos capaces de compensar cualquier error, cualquier fallo que se pueda cometer en la ejecución de cada tarea. Equivocarse, es algo inherente a quienes emprendemos cualquier desafío que nos proponga el sendero, forma parte de ese aprendizaje continuo que es la vida.
Lo importante, es ser capaces de ponerse manos a la obra a pesar de saber que en algún momento podemos equivocarnos. Tener a su vez la certeza de que contamos con las herramientas necesarias para enmendarlo, nos dará tranquilidad para encarar los desafíos, haciendo aflorar y compartiendo todas esas emociones positivas que nos impulsan a seguir adelante.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, con aciertos y equivocaciones constantes, pero también corrigiendo el trayecto constantemente. Algo que comparto con quienes me rodean, que asumo y admito como corresponde, dando cumplido aviso por medio de éste pregón cotidiano.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!! A aprovechar el fin de semana!!!!!
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