Y de aquel atardecer, éste despertar estimulante. Ésta nueva oportunidad de ser mejores, de disfrutar l vida. De hacer lo que dicta el alma con calma, tranquilidad y amor. A honrar la vida y a rendirle tributo, así, seremos ejemplo. Una tarea nada fácil, ya que en general, son atributos muy escasos en casi todos nosotros. Y no, por falta de materia prima, simplemente por nuestras constantes excusas. Y, por nuestra falta de destreza a la hora de ponernos manos a la obra con fuerza, ganas y actitud positiva. Simple incompetencia para activar nuestras íntimas emociones.
En un sistema donde se premia el éxito, en función de parámetros economicistas. Todo es rentabilidad, así, entramos en comparaciones, insostenibles desde ese punto de vista de pérdidas y ganancias. Es imposible, comparar y medir todos los aspectos humanos de esa forma. Caer en ello, es lo que nos conduce a perder de vista lo que de verdad somos. A deshonrar y ser indinos de nuestras cualidades más importantes, a renunciar a nuestros valores. Honrar y ser dignos de nuestras capacidades, es compartir sin medida, alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza con quienes nos rodean.
De ahí, de ese generoso tributo personal hacia nuestro entorno. Basado únicamente en los afectos y emociones positivas, que somos capaces de hacer aflorar desde lo más profundo de nuestro ser. Estaremos en la situación ideal y así, seremos ejemplo para quienes nos observan con atención. Y, desde ese pequeño e insignificante aporte, estaremos contrarrestando las falaces consignas, con las que de forma cotidiana nos asedian por todos los medios.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo éste pregón cotidiano, para que todos seamos capaces de hacer nuestro aporte y dar buen ejemplo.
A disfrutar el día!!!! A seguir cuidándose!!!! Les deseo una buena noche!!!!!
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