Parece un naufragio, verdad. Pues, es simple abandono. Todo es en función de cómo nos lo presentan. La actualidad, es realidad con maquillaje, una ficción vestida de verdad a gusto del consumidor. El contexto, cambia el concepto. Así, estamos sometidos a esa manipulación constante de la información. La recibimos por todos los medios, desde el viejo y bien conocido comentario al pasar. Hasta los más modernos y actuales chats. Todo nos llega digerido, procesado por las circunstancias de cada comentarista. Y por los intereses de quienes, con intención, hacen uso y abuso, manipulando los datos en función de sus necesidades.
Dicho así, parece que somos víctimas inocentes de toda esa parafernalia. Lo cierto, es que de alguna forma, nosotros también alimentamos esa corriente de desinformación. Nos hacemos participantes de ese juego. De cierto modo, recordamos nuestra niñez, en la que inocentemente jugábamos al teléfono descompuesto con los amigos. La gran diferencia con aquellos tiempos, es que hoy puede ser un juego perverso, peligroso. En el cual, simplemente hacerse eco de cierta información, sin ninguna modificación, nos puede convertir en cómplices de algo o alguien con malas intenciones. Así es que el contexto, cambia el concepto y con ello todo lo demás.
Es un camino, que en lo posible, debemos evitar. Claramente, existe y no posemos ignorarlo, es importante estar informados de las diferentes formas de manejo de datos. Lo que no me parece aconsejable, es caer en la trampa de ser partícipe. Entre otras cosas, nos venden que la información es poder. Pero, lo cierto, es que la mayoría de la información que nos llega no sirve de mucho. Lo que tenemos que desarrollar son nuestros talentos, nuestras capacidades y dones. En especial la de generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza.
Los afectos y emociones positivas, con los cuales podemos desarrollar todos los otros talentos. Y con ellos, procesar esa transformación positiva, que nos conduce a la esencia de la vida. Ser feliz, vivir en armonía con nuestro entorno y disfrutar de todo eso junto a nuestras familias y amigos. Todo lo demás, es relleno inútil, una acumulación de datos que no sirve para nada. Un exceso de información que nadie es capaz de digerir y procesar, independientemente que alguna pueda ser importante.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo mi pregón cotidiano básico, un plato principal completo de emociones positivas y condimentado con toques puntuales de lo que encuentro por el camino.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!! Les deseo una buena tarde!!!!!
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