La felicidad, esfuerzo agradecido

Somos afectos a ver todo aquello que reluce. A comentar, criticar, envidiar y anhelar cosas, qué vemos en los demás. Pero nos mantenemos indiferentes a ponernos del otro lado. A asumir el trabajo y los riesgos implícitos. La felicidad, esfuerzo agradecido. Es ponerse manos a la obra con fuerza, ganas y actitud positiva, a esa búsqueda constante de todo aquello que nos hace falta. Me refiero a esos elementos básicos, imprescindibles para llevar adelante nuestras actividades cotidianas. No se trata de nada superfluo, simplemente cubrir nuestras necesidades básicas y las de nuestras familias. 

En eso tenemos que concentrarnos, en esa trascendente tarea debemos empeñarnos y perseverar. Mirando alrededor para inspirarnos y hacerlo mejor cada día. Esa es la clave de todo, acostumbrarnos a emprender cada jornada con el claro objetivo de lograr esos elementos esenciales para la vida. Y como en todo, el buen hacer, la gestión correcta y bien liderada, tiene su justo premio. Una rentabilidad expresada en alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza. No existe nada tangible, que se pueda comparar con toda esa carga emotiva positiva, cuando somos capaces de generarla.

Y resulta que casi siempre, el duro trabajo que implica crear todos esos afectos y emociones positivas, requiere menos energía que toda la que nos consume comentar, criticar, envidiar y anhelar lo de otros. Así, puedo afirmar, que la felicidad es esfuerzo agradecido. Y lo es, en la medida, que nos facilita la recuperación, nos ayuda a recargar las baterías para poder reiniciar el sistema. El ahorro de energético, nos permite emprender y desarrollar mejor nuestras capacidades y talentos.

Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, utilizando toda esa energía de la mejor forma, compartiendo el producto de ese esfuerzo con quienes me rodean. 

A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena noche!!!!!

Un abrazo!!!!!