Vibrar, emocionar y abrir la mente

Cuidar del hogar es importante, un lugar donde sentirnos seguros y a gusto. Nuestro refugio, esa zona de confort con entrada restringida. Salir de la cueva, alejarnos un poco de ese sitio seguro, nos hace vibrar, emocionar y abrir la mente. Todo es necesario, mantener a salvo nuestra intimidad y también, salir a la intemperie a exponernos a las inclemencias del tiempo. La calma, la seguridad y el confort de ese lugar especial. Así como los riesgos, los obstáculos y las satisfacciones que nos proporciona hacer nuestro camino cotidiano. 

Cada cosa cumple su función, por un lado, ese ejercicio diario de salir a nuestro sendero y recorrer el trayecto elegido, nos proporciona elementos vitales. Que luego en la calma del hogar, procesaremos y utilizaremos en ese íntimo trabajo de transmutación personal. Así, es como debe funcionar ese refugio, es la crisálida en la cual llevar adelante nuestra metamorfosis. El sitio en el que activar los mecanismos precisos, para renacer de las cenizas. Desde allí, salimos cada despertar, con esa carga de alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza, a descubrir nuevos mundos.

Con toda esa carga emotiva, volvemos a recorrer los caminos que surjan ante nosotros. Y lo haremos poniéndonos manos a la obra con fuerza, ganas y actitud positiva, eso es lo que nos hace vibrar, emocionar y abrir la mente. Ponernos en movimiento, activar ese motor interior que hace aflorar los sentimientos y emociones positivas, fundamento y esencia de todo lo que hacemos a lo largo de nuestra vida. 

Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo éste pregón cotidiano, con toda esa carga emotiva, con todas mis experiencias cotidianas resumidas en unas pocas y sinceras palabras. Las que me parecen de mayor potencia motivadora, a emprender cada día con alegría, ilusión, optimismo y amor.

A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena noche!!!!!

Un abrazo!!!!!!