Los políticos y los gobernantes de
turno, deberían tener como principal objetivo hacer feliz al pueblo
que los puso en situación de poder. Es la principal tarea, es lo que
deben defender, sin ningún tipo de restricción, y con todas sus
fuerzas. Cuando los pueblos no perciben ese esfuerzo, lógicamente
intentaran cambiar.
Por otra parte también es verdad, que
los gobernantes de turno, cada vez tienen menos margen de maniobra,
cada vez es más difícil tomar decisiones sin contar con el entorno,
con la región y con el mundo. Eso lleva a que la capacidad de hacer
cosas por sí mismos, se vaya haciendo cada día menor. De todos
modos esas pocas cosas que pueden hacer, es importante que las hagan
bien, y pensando a futuro, pues es donde van a repercutir con mayor
intensidad.
Algo que no se tiene en cuenta, es que
en la felicidad del pueblo, si bien influye el contexto general, lo
más importante es la actitud individual, el esfuerzo, la alegría,
la ilusión, el optimismo, el espíritu, la buena fe, que cada
persona destine a llevar adelante sus actividades. Por lo cual, todos
los cuentos que nos hacen desde las tribunas o púlpitos, hay que
interpretarlos como tales, como cuentos.
Algunas veces son útiles las arengas
que provienen de esos cuentos, la verdad es que cada uno de nosotros,
viene con todo lo necesario ya incorporado para ser felices. Solo hay
que activar esos mecanismos, con nuestras ganas de ser, nuestra
voluntad y nuestro esfuerzo, con actitud positiva y espíritu libre,
y seremos capaces de todo. Así seremos ejemplo de seres felices, sin
necesidad de arengas, ni tribunas, ni púlpitos.
Más allá de lo que haya dicho Platón,
no participar, no involucrarse en política, no votar, es parte de
nuestra libertad, y muchas veces solo debe interpretarse como la
irrelevancia que tiene para todas esas personas, que gobiernen unos u
otros, pues son suficientemente independientes y capaces para ser
felices por sí mismos, de ser ejemplo y de ayudar a los demás en
ese camino.
La foto, es de un tramo del río Miño en la zona de Fervenza.
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