Desde que tengo uso de razón, la
relación suegra-nuera y viceversa, ha sido un tema constante en los
comentarios populares. Es en verdad una relación con mala prensa.
Unas y otras siempre eran las culpables de todos los males
terrenales, seres malvados, sin corazón, capaces de las mayores
atrocidades.
Ahora bien, más allá de todas las
creencias populares, sucede que como en todas las relaciones que nos
llegan de rebote, que no elegimos directamente, algunas veces salen
bien y otras no tanto. Aunque tienen un factor común, el amor de
ambas por la misma persona, que las mueve a esa natural lucha por el
protagonismo.
Dos amores diferentes, que bien
entendidos en cuanto al rol de cada uno, pueden llevar a mantener una
vida familiar armoniosa, alegre y feliz.
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