La psicología, la sociología y otras
disciplinas que estudian el comportamiento humano, han aportado mucho
al marketing y a la gestión de ventas. También la tecnología ha
cambiado en muchos aspectos la forma de comercializar. Desde el que
se dedica al diseño del producto, hasta el vendedor, han incorporado
nuevos conocimientos, aportado por esas ciencias, y nuevas
tecnologías, por lo que podríamos decir que hoy, tenemos ventas
científicas.
Es maravilloso ver todos esos
adelantos, todas esos nuevos conocimientos aplicados a la fuerza de
ventas. Cada vez es más fácil, más cómodo, y hasta más barato
adquirir cualquier tipo de producto, tanto directamente, como por
medio de una aplicación del teléfono móvil. Ya no hay límites, es
muy fácil llegar al cliente, vender parece más y más sencillo.
Y si, pero la verdad es que toda esa
ciencia, toda esa tecnología, sigue generando los mismos problemas
de antes. Seguimos teniendo clientes decepcionados por los productos,
personas que seguramente no volverán a repetir su compra. Esos
productos tan elaborados, no cumplen con las expectativas generadas,
el cliente se siente estafado, poco valorado.
Es posible que toda esa ciencia, toda
esa tecnología, no logre ponerse en el otro lado del mostrador. Los
diseñadores de productos crean un cuento, los vendedores, salen con
el cuento bien aprendido, casi incorporado a su ser, pero les falta
ponerse del lado de quien va a escuchar el cuento y va a pagar por el
producto, esperando satisfacción, alegría, felicidad.
La foto, es en Teguise, hermoso lugar.
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