Muy buenos días, el trayecto cotidiano, que parece conducirnos siempre por los mismos sitios, en realidad nos abre la puerta a una nueva oportunidad, a intentar otra vez, a hacerlo mejor que ayer. Algo que en general no percibimos, nos tomamos las cosas como si fuesen rutinas agobiantes y nada más lejos de ello, si tomamos conciencia, esa rutina implica un aprendizaje, la oportunidad de ser mejores cada día. Esa posibilidad de pensar en lo realizado, de valorar los errores cometidos y de poder corregirlo, es algo que tenemos disponible todos los días, en esas aparentemente penosas rutinas.
Y desde ese darse cuenta, desde esa toma de conciencia, deberíamos salir cada jornada al camino con un nuevo enfoque, una forma mejorada de hacer las cosas. Cambiando el modo de ver las cosas, aplicar un punto de vista diferente cada jornada. Ese ejercicio personal e intimo, a medida que avanzamos, lo vamos mostrando de diversas maneras. Lo notamos en los cambios que nuestros interlocutores manifiestan en el trato con nosotros, en la forma cómo encaramos cada cosa que hacemos y en las sensaciones que experimentamos. Podemos sentirlo cada vez que descubrimos nuestra capacidad para generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza.
Y así voy yendo, intentando ser mejor cada día, buscando el modo más adecuado para decirlo y compartirlo en mi pregón cotidiano. Manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, sosteniendo firme la escota y la caña de mi barco. Capeando cuando es necesario y saliendo de bolina a toda vela cuando los vientos son propicios. Siempre disfrutando el camino y aprovechando lo que encuentro a lo largo del trayecto, son en general cosas simples, elementos casi intrascendentes para la mayoría, pero que a mí me motivan y me hacen aflorar todos esos sentimientos y emociones positivas.
A disfrutar el día!!!! A disfrutar el fin de semana!!!!! A seguir cuidándose!!!!!
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