Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

viernes, 31 de julio de 2020

Una ola incontenible y creadora




Muy buenos días, de ese trabajo cotidiano, que cada persona lleva a cabo con honestidad y decisión, de esos pequeños aportes sinceros, se genera una ola incontenible y creadora. Una marea de dignidad y decencia ciudadana, que debería ser suficiente para poner a pensar a más de una autoridad competente y con un mínimo de moral. Pues todas esas personas que cada jornada se ponen manos a la obra con fuerza, ganas y actitud positiva, con objetivo que sostener dignamente a su familia, necesitan confiar que además todo ello sirve a un objetivo mayor. 
Esas personas dignas, honradas y valientes, que salen al amanecer a darlo todo por sus propias metas y por ese objetivo mayor, somos nosotros y quienes nos rodean cada día. Son nuestras familias, nuestros amigos y compañeros de actividades, con quienes compartimos distintos momentos de nuestra vida. En todos esos instantes, en todos esos contactos, se requieren diferentes talentos y destrezas, así como una serie de otras cualidades personales que hacen a la cohesión de esos grupos. Aportes muy personales que generan alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza para el conjunto.
Esos elementos, esos sentimientos, afectos y emociones positivas, son vitales para nuestra vida personal y colectiva. Y forma parte de ese esfuerzo, de ese aporte cotidiano que cada persona debe hacer desde lo mas profundo de su ser. Así, generamos una ola incontenible y creadora, un tsunami que arrasa, pero al mismo tiempo limpia el camino de todo aquello que no es natural, que no es sano para nosotros. Y al mismo tiempo, deja el terreno fértil para volver a emprender. Es el mismo ejercicio que hacemos cada día al despertar, recomenzamos volvemos a empezar de cero. Es la oportunidad que se renueva cada día para hacerlo mejor que el anterior.
Por eso mi insistencia, por eso éste pregón cotidiano que resulta un poco repetitivo, pero lo considero necesario. Somos proclives a olvidar rápidamente las cosas trascendentes, esas que nos transforman, que nos transmutan cada día. Así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, transmutándome, recomenzando y disfrutando cada día, desde que afortunadamente despierto.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!!

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