Muy buenas tardes!!! Los caminos, sendas que desafían nuestra curiosidad, que alejan o acercan en un tránsito de ida y vuelta, albergando sueños, esperanzas, alegrías, desvelos y fracasos, arterias que nutren y dan vida. Vías milenarias que otros han transitado antes que nosotros, con otros medios, otros ritmos, pero con la misma ilusión, la misma ansiedad, la misma incertidumbre y los mismos miedos.
La gran mayoría de las personas, se mueven siguiendo las modas, las aglomeraciones que producen los focos, que iluminan aquello que quieren mostrar, generando esas masas críticas que justifican todo. Y luego estamos quienes nos movemos en el sentido opuesto, que buscamos los sitios tranquilos y despoblados. Los que de alguna forma nos rebelamos y resistimos a ir por donde nos quieran llevar, a hacer un trayecto que no elegimos libremente, por donde no nos sentimos bien. Los que generamos alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza por las nuestras.
Somos los que asumimos el riesgo de emprender algo a la intemperie, desde el llano, sin otro incentivo que nuestra propia fuerza, ganas y actitud positiva para ponernos manos a la obra. Llevando adelante nuestras actividades y tareas cotidianas con lo que somos capaces de hacer aflorar desde lo más profundo de nuestro ser. Afectos y emociones positivas que nos impulsan por esas arterias que nutren y dan vida, llevándonos hacia sitios que muchas veces desconocemos. Lugares y situaciones que nos producen la misma ilusión, ansiedad, incertidumbre y miedo.
Dar ese primer paso, emprender la marcha, implica todo eso, es un salto al vacío, ir por sendas muy poco transitadas, donde nos encontraremos con obstáculos y situaciones que deberemos resolver en solitario, dependiendo exclusivamente de nuestras capacidades y talentos. Son esos desafíos que a mí me gustan, es donde me siento cómodo, donde más allá del plan original, es necesario cambiar, improvisar constantemente. Es donde se aprende a conocerse, a determinar cuales son nuestros límites y los mecanismos que tenemos que activar para salir a flote.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo en éste pregón cotidiano todos esos pensamientos, divagues que muestran un cambio de dirección constante. Algo normal cuando se navega, las cosas cambian constantemente y se deben hacer las correcciones necesarias para continuar a rumbo por esas arterias que nutren y dan vida.
A disfrutar el día!!!! A seguir cuidándose!!!!
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