Qué sé yo, cada persona debe aprender descifrar su ser feliz y el modo de lograrlo, es un estado del alma, para el que no existen formulas magistrales, solo un puñado de rutinas positivas. Somos seres con singularidades claras. Es verdad que coincidimos genéticamente en un 99,99%, pero esa insignificante partícula, nos diferencia y marca nuestro perfil singular. Por fortuna, ese exiguo porcentaje, hace que cada persona tenga sus características únicas, defectos, virtudes y capacidades especiales para adaptarnos a las circunstancias.
Supongo que por eso mismo, solo un puñado de rutinas positivas, nos pueden ayudar a todos en el camino de aprendizaje y descifrado de nuestro ser feliz. Un sendero plagado de obstáculos, que exigirá esfuerzo, ganas y actitud positiva para ponernos manos a la obra en la aplicación de esas rutinas. Cosas tan simples y al mismo tiempo difíciles de incorporar. Desde sonreír, ser amable y cordial en nuestras interacciones sociales, ser respetuoso con quienes nos rodean y el medio ambiente, pensar positivamente, generar ideas y desarrollarlas, hasta tener una dieta sana y hacer ejercicio a diario.
En fin, hay muchas formulas posibles, también hay muchas personas estimulando y motivando en este tema, cada una con sus fundamentos personales. Lo cierto es que al final, cada persona tiene que descubrir cuál es su propio método. Cuales son en lo personal, las teclas que tocar para que su generador interior de alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza se active. Ese es el gran misterio, conocernos, explorar nuestras capacidades y ponerlas a funcionar. Para ello, todas las ayudas externas que nos puedan brindar una guía, un método, son bienvenidas y todas pueden ser válidas.
Y tener éxito en ese trabajo personal, significará lograr encaminarnos hacia nuestro ser feliz, al tiempo que debemos tomar consciencia de su importancia para nosotros y para quienes nos rodean. Por eso, también tenemos que reconocer la trascendencia de compartir nuestras experiencias positivas. Serán una fuente de inspiración para ese entorno cercano y así propagaremos todos esos sentimientos y emociones positivas a nuestro alrededor.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo y propagando lo que pienso y siento con quienes me rodean. Sin guardarme nada, suelto a los cuatro vientos mi pregón cotidiano con lo que me sucede y todas lo demás.
A disfrutar el día!!!! A seguir cuidándose!!!! Les deseo un hermoso fin de semana!!!!
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