Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

domingo, 18 de octubre de 2020

El caos está servido


Un desconocido germen, una sociedad engreída, corrupta e ignorante, algunos aspirantes a dominar el mundo, una pizca de estupidez y el caos está servido. Parece una de esas recetas que andan por ahí, algo para preparar en casa y agasajar a las visitas. Pero mejor, no. Es uno de esos cocteles explosivos, una de esas preparaciones que quién sabe de donde salieron. Tal vez, de la acumulación de tantas tonterías cometidas a lo largo y ancho del mundo. Esas gracias que hacemos inconscientemente, solo por dar de que hablar a quienes nos rodean, para hacernos ver, para destacarnos de la forma que sea.

Así, en esa búsqueda de notoriedad y reconocimiento, hemos llevado a cabo tantas tropelías, hecho tantas estupideces en nuestra vida, que debería darnos vergüenza. De hecho, cuando recuerdo alguna de esas fechorías que cometí en otros tiempos, siento todo el peso del remordimiento que me afecta de forma recurrente. Aunque seguramente, esas tonterías que hice siendo muy joven, creo que nunca llegarán a comprometer la vida de nadie, de todos modos sigo sintiendo la responsabilidad del acto cometido. Cuatro naranjas menos de un árbol, un pantalón rajado en el alambre de púas, algún cristal roto, en fin.

De aquella adrenalina, de aquellas inocentes fechorías juveniles, también podemos hacer surgir algo de alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza. Sin dejar de asumir la responsabilidad de aquellos hechos, en apariencia inocentes y casi se pagaron en el momento, pudieron ser el germen de estupidez que me condujeran por senderos más caóticos. En mi caso, recordar las educación familiar, los valores y ponerlos en práctica, resultaron. 

Aunque no siempre sucede, en muchos casos, luego de cometer alguna de esas fechorías, el caos está servido y se abre un camino aún más sinuoso e incierto. Más aún que el cotidiano sendero que transitamos para llevar adelante nuestras actividades cotidianas dirigidas a sustentar nuestra vida y la de nuestra familia honesta y dignamente. Y si bien, esa suma de tonterías se hace una ola incontenible, también es verdad que en su mayor parte quienes inician ese efecto dominó, son quienes pretenden asumir los destinos del mundo.

Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, desatando esos nudos que aparecen en el camino, liberando esa energía interna, dejando salir lo que observo, lo que pienso y siento. Ahí va mi pregón cotidiano.

A disfrutar el día!!!! A disfrutar el finde!!!! A seguir cuidándose!!!!

Les mando un brazo!!!!!
 

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