A lo largo de nuestro trayecto vital, descubrimos al ser que llevamos dentro, desentrañamos la esencia que se esconde en lo más profundo de nuestro ser, y renacemos desde lo elemental. Ante cada revelación, tomamos conciencia de nuestro verdadero objetivo. Y a medida que vamos transmutando en esa nueva singularidad, aprendemos a conocer los mecanismos que hacen funcionar nuestro motor interior. Las teclas que nos permiten controlar aquellos elementos indispensables para nuestro diario vivir.
Cuando renacemos de lo elemental, significa que hemos logrado desmenuzar nuestra naturaleza hasta los ladrillos básicos, hasta esa dimensión cuántica desde la que ordenadamente nos reconstruimos. Y esa transformación tiene como principal objetivo, dar solidez a los cimientos de ese nuevo ser. Con dicha base sólidamente arraigada, será posible dar forma a cada cualidad primordial. Activando nuestro generador de alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza.
Es el objetivo de cualquier transformación, ser mejores, encontrar de una u otra forma ese camino que nos conduzca al perfeccionamiento personal, al desarrollo de los afectos y emociones positivas. Esas sensaciones y sentimientos que constituyen la principal fuente de inteligencia. Son, junto con el miedo sano, los mayores estimulantes, la mejor motivación para el desarrollo de nuestras ideas, habilidades y talentos. El desarrollo de todas esos conocimientos y destrezas, forman parte de ese proceso en el que renacemos de lo elemental.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, seguir nuestro camino, es la esencia básica de todo proceso, eso es en parte lo que comparto en cada pregón cotidiano que suelto a los cuatro vientos.
A disfrutar el día!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una hermosa jornada!!!!!
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