Muy buenas tardes, estamos tan confundidos, pensamos que el sexo es amor, que el trabajo duro es solo por ganar dinero, que ganar dinero es para ser rico, o que tener dinero es la solución a todos los problemas, en fin, así desperdiciamos la vida. Los excesivos aportes de datos e información que hoy disponemos, sumados a nuestra naturaleza dubitativa y a nuestra ignorancia, nos apabullan de tal forma, que nos hacen perder de vista el verdadero significado de nuestra existencia.
La mayoría de las actividades y cosas que hacemos, son parte integrante de algo más. En general, son elementos u objetivos intermedios, que por sí solos apenas cubren una parte del todo que buscamos. Esa meta definitiva, requiere de una serie de componentes fundamentales, que debemos procesar y dominar para lograrlo. En general, tendemos a simplificar, a asociar una actividad con un concepto superior, a creer que el objetivo final de una actividad empresarial es ganar dinero. O que la riqueza es solo acumular dinero, cuando la riqueza pasa además por otros aspectos que normalmente no decimos.
Cuando emprendemos algo, estamos llevando adelante una transformación y esa actividad implica un valor agregado. Eso que agregamos con nuestro esfuerzo, arte, talento e inteligencia, es riqueza y puede llegar a significar dinero como consecuencia de ese buen hacer, de ese desempeño en base a trabajo duro, ganas y actitud positiva. Es lo que todos hacemos a diario, unos con mayor suceso que otros, es generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza para nosotros y quienes nos rodean.
Y ahí está la verdadera riqueza, en esos afectos y emociones positivas que somos capaces de hacer aflorar desde lo más profundo de nuestro ser. Sensaciones y sentimientos que definen nuestra vida, es lo que todos quienes vivimos en éste mundo buscamos, es por lo que trabajamos todos duramente, para cubrir nuestras necesidades básicas para nuestro físico y para nuestro espíritu. Es un activo que tenemos todos, pues es lo más auténticamente nuestro, lo único sobre lo que nadie puede gobernar. Solo nosotros decidimos, ahí radica nuestra mayor responsabilidad a la hora de tomar decisiones. Cuando optamos por lo banal, por la inmediatez, por simplificar, normalmente perdemos y así desperdiciamos la vida.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, buscando siempre aprovechar el día, disfrutar cada momento, cada actividad, cada suceso, cada pequeño detalle que encuentro a lo largo de mi trayecto vital. Compartiendo lo que me hacen sentir esas vivencias en éste pregón cotidiano que suelto los cuatro vientos.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario