Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

miércoles, 7 de octubre de 2020

La culpa no es mía


 Muy buenas tardes, cuando todo se complica y somos incapaces de solventar una situación, nos surge siempre alguna excusa, escapamos a la responsabilidad de asumir el fracaso con los mismos argumentos, la culpa no es mía. Encontrar a alguien que cargue con nuestras culpas y frustraciones, es algo común en todos nosotros, salvo muy contadas excepciones. Por lo general, somos maestros en derivar toda la responsabilidad hacia otras personas, deslindando cualquier compromiso. 

De ahí la dificultad de encontrar líderes, personas capaces de asumir su responsabilidad, de situarse al frente de un emprendimiento con todas sus consecuencias. Son esas rara avis, capaces de ponerse manos a la obra con fuerza, ganas y actitud positiva, dispuestas a compartir las mieles del éxito con su equipo y a cargar con los palos de un fracaso. Gente con características tales, que se hacen fuertes ante la adversidad, aprendiendo de todo, en especial de los errores. Personas que en los momentos más complicados generan alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza a pesar de todo.

Esos seres excepcionales que se resisten a decir la culpa no es mía y que en su lugar asumen los fallos cometidos como corresponde, son quienes más confianza y credibilidad generan. Ellos hacen del esfuerzo, las ganas y la actitud positiva bienes fundamentales, que sumados a todas esas emociones positivas ponen a todo el equipo en el camino correcto. Son quienes no temen compartir todo lo que saben, pues de esa puesta en común surgen los mayores logros colectivos, con honestidad y dignidad.

Por todo eso, comencemos a dejarnos de esquivar el bulto y lo antes posible asumamos nuestras responsabilidades en todas las actividades cotidianas donde nos toque participar. Desde ahí, desde lo más elemental hasta lo macro, en cada instancia, en cada puesto de la sociedad, es imprescindible que todos nos transformemos. Debemos hacer esa transmutación, de simples pusilánimes a ostentar el liderazgo de nuestras tareas, de nuestra vida y ser ejemplo.

Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo lo que siento, lo que pienso y voy recogiendo a lo largo del trayecto. Soltando mi pregón cotidiano a los cuatro vientos.

A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!

Les mando un abrazo!!!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario